I

Para la forma es necesaria la distracción.
Para la forma es necesaria. El barro azul
y el tiempo perdido son necesarios. La forma debe ser imposible
ahora mismo para ser necesaria. La forma debe
ir deteniéndose,
al modo en que el concepto se mezcla con el barro
se zambulle, respira suavemente, se aleja
y se aproxima.

Y yo he nacido tarde para la forma: la arcilla seca
baja riéndose entre los dedos. Vuelve al suelo
girando, envuelta en un sudario, y se ríe. Cuánto tiempo
desde mi cuerpo a la forma cuánto he de esperar
para mi molde definitivo.


II

cuando se acabe la ciudad, cuando te hundan
y seas un vestigio de muralla con un cartel que diga:
“aquí estuvo”, solo yo sabré dónde estarás realmente:

…conmigo en la sombra del río, ya por la mañana,
muerto de cansancio
y de vida incansable, pusiste
tu cabeza en mi regazo; no me amabas entonces,
eras un hombre
útilmente acariciado, mirado con fervor
(como aprendimos a mirar en catequesis), pámpano
dulce de un verano que duraba ya dos siglos,
en el altar de mis piernas tu cuello se quemaba
y no decías nada para que nada ocurriera;
cuando vayan a verte los turistas
y miren tu cartel entre las ruinas,
quedará mi cuerpo que solo es la forma de un cuerpo
y tiene fecha y lugar, y ya no existe.

por Juan Gallego Benot

Deja un comentario