por Alejandro Fernández Bruña

Traumbuch, el último libro de Patricio Pron, está diseñado como un libro de sueños que recoge en textos breves los últimos episodios inconscientes del autor. Pensado como un diario donde las entradas carecen de fecha y orden, los sueños aparecen aquí como un fin en sí mismo, alejándonos de este modo de corrientes instrumentalistas como la de Jung o Freud, para los que siempre son un medio. Así, los sueños son concebidos como ‘’literatura en todo su esplendor, extraída de un lago profundo y oscuro’’, no como una suma de símbolos que desentrañar y reordenar. Cuando el autor añade una nota a pie de página lo hace para no introducir en el sueño material bibliográfico, pues son materiales de naturalezas distintas: el lenguaje del sueño es de un tono impresionista mientras que esas notas al pie son minuciosas y exactas. La estructura argumental del sueño ya no es ‘’alguien-sueña-algo’’ sino ‘’el sueño-es’’: como podemos observar, el autor recategoriza el sueño para volverlo a su lugar de origen, el sustantivo. ¿Qué fue antes, el sueño o el soñar?

El autor recalca desde el prólogo la relación existente entre el sueño y la muerte, entendiendo el primero como una forma parcial de la segunda, como una especie de no-lugar donde queda suspendida la presencia del autor, que se retomará en la vigilia. Sobre la muerte del autor en el campo del sueño dirá lo siguiente: ‘’ninguno de nosotros ha estado todavía en el funeral (del autor) pese a que llevamos años leyendo las necrológicas’’. ¿Por quién doblan las campanas entonces? ¿Quizá ha muerto el lector o acaso las campanas ya no suenan por ningún motivo?

En uno de los sueños Pron recuerda la afirmación de McLuhan ‘’de acuerdo con la cual la percepción tendería a articular los acontecimientos singulares en totalidades’’. Es así como funciona este libro de sueños, como una agrupación de eventos únicos o, en palabras del autor, como una ‘’suma de órganos sin conexión, que refutarían lo que dijera McLuhan o lo completarían’’.

Hay a lo largo de sus páginas una fuerte reivindicación del sueño como acto político, contestando así a una sociedad que exige a sus ciudadanos estar constantemente despiertos y atentos a la multitud de estímulos que ella misma genera. La consecuencia de este exceso de atención constante (en un ejercicio de prospección distópica del autor) será avanzar como conjunto hacia ‘’una sociedad felizmente insomne’’. En esta línea, Pron se sitúa del lado de Christoph Lichtenberg cuando afirma que ‘’toda nuestra historia es únicamente la de los hombres despiertos’’, como en otro tiempo lo fue solo de los vencedores.

‘’¿Se trata de sueños reales? […] ¿Qué grado de intervención se ha permitido el autor al prepararlos para su publicación?’’. Debe haber alguna diferencia entre lo soñado (escritura automática) y lo escrito (reescritura consciente). La idea del escritor como mero transcriptor puede parecer algo utópica: en este caso tendríamos que hablar de un grado de intervención mínima, donde la voluntad del autor ha quedado completamente subordinada a la lógica interna del sueño.

Traumbuch es el octavo título de la Colección Iría (narrativa) de la Editorial Delirio. Como marca de estilo, Fabio de la Flor siempre incluye en la primera y la última de las páginas de los libros de esta colección alguna imagen mecánica o algún dibujo técnico, pues (en sus palabras) ‘’siempre me ha parecido que la geometría me introducía más en lo onírico, en lo caleidoscópico, en lo abisal y alucinante, que en la lógica pura’’. En la última de las páginas, por ejemplo, tenemos la figura de un toroide, que es la superficie de revolución generada por una curva plana cerrada simple: todos los vectores se hallan en equilibrio y se genera así un circuito cerrado y circular. En consonancia con esta imagen, en las primeras páginas hay un dibujo técnico sobre la construcción de unas escaleras circulares para subir a una platea, quizás desde donde podamos observar los distintos sueños del autor. Esto introduce una variante realmente interesante dentro del denominado l’esprit de l’escalier, pues ya no estamos ante una línea recta ascendente, sino radial, lo que cambia totalmente las implicaciones del ascenso. Y es que sí importa el modo en que un hombre asciende.

Traumbuch

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